Los últimos días han traído noticias positivas para el panorama hídrico español. Las recientes lluvias han permitido un aumento considerable en la reserva hídrica, que ha subido en casi 3 puntos porcentuales, alcanzando el 66% de su capacidad. Este porcentaje supone superar el promedio de agua almacenada en los últimos diez años, según datos difundidos por el Ministerio de Transición Energética y Reto Demográfico (Miteco).
En concreto, los embalses españoles cuentan en estos momentos con un total de 36.992 hectómetros cúbicos (hm³), representando un incremento de 1.591, o un 2,8 % de su capacidad, comparado con la semana pasada. Este volumen de agua supera en 1.320 (hm³) el promedio de la última década.
Cabe destacar la mejora en prácticamente todas las cuencas, con la excepción de las internas del País Vasco. Sin embargo, incluso estas se mantienen con un destacado porcentaje del 90,5%. Las lluvias no solo han ayudado a rehabilitar las cuencas, sino también a llenar los grandes ríos de la Península: el Duero, Tajo y Ebro están a un 91%, 80,3% y 74,8% respectivamente.
Por otro lado, mientras que las precipitaciones han sido prácticamente nulas en la vertiente mediterránea, han influido de manera considerable en la vertiente atlántica. Pontevedra ha registrado niveles máximos con más de 66 litros por metro cuadrado.
Además, las cuencas con niveles más altos después del País Vasco son Cantábrico Oriental (al 91,8 %), Galicia Costa (88,9 %), Cantábrico Occidental (87,6 %) y Miño-Sil (87,3 %). En cambio, las zonas más necesitadas de agua han vivido situaciones de mejora significativa: las cuencas internas de Cataluña han aumentado hasta el 17,6% (1,2 puntos porcentuales más), el Segura se ha elevado al 24,3 % (1,5 puntos más) y la cuenca Mediterránea andaluza ha llegado al 29,4 % (2,5 puntos más).
Por tanto, lo que se observa es una tendencia de mejora en la gestión del recurso hídrico a lo largo de la geografía española. Confiemos en que estos datos positivos se mantengan a medida que avanzamos en el año.
