El análisis de la respuesta del bloque comunitario a las manifestaciones de agricultores y el debate sobre asuntos agrícolas relacionados con el comercio ocupan la agenda de los Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE). Este encuentro se celebra en Luxemburgo, tras el reciente aval dado por el Parlamento Europeo a la reforma que atempera las demandas medioambientales de la Política Agrícola Común (PAC), además de disminuir el peso administrativo.
Se prevé que el Consejo de la UE ratifique oficialmente estas variaciones a la PAC el próximo 13 de mayo. Al margen de las modificaciones realizadas en la PAC, la Comisión Europea ha propuesto medidas que buscan robustecer la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, como la creación de un observatorio acerca de los costos de producción, márgenes y prácticas comerciales.
Esperan, además, que Alemania sugiera elevar para el sector agrícola el tope de las subvenciones de Estado ‘de minimis’, aquellas que se pueden conceder sin la necesidad de la aprobación de la Comisión Europea por su reducida cantidad, y porque se considera que no alteran la competencia. Cabe recordar que en la reunión de los titulares de Agricultura de marzo, se planteó la posibilidad de estudiar este potencial incremento.
Los ministros también abordarán temas agrícolas relacionados con el comercio, tras haberse prorrogado un año más, hasta el 5 de junio de 2025, la suspensión de los aranceles y cuotas a las importaciones de productos ucranianos que ingresan al bloque comunitario como medida de apoyo a Kiev frente a la agresión rusa. Sin embargo, esta nueva extensión incluye medidas de resguardo para proteger a ciertos productos europeos, principalmente agrícolas, en el caso de que las importaciones ucranianas sin tarifasgeneren problemas en los mercados locales, una situación que ha generado las quejas de algunos países en los últimos meses.
En el ámbito comercial, Bruselas planteó en marzo incrementar los aranceles a las importaciones de cereales rusos y bielorrusos como el trigo, el maíz, la cebada y el mijo, con el fin de evitar que Moscú use los ingresos de estas ventas para financiar el conflicto bélico contra Ucrania.
