IICA insta a reconocer fortalezas productivas en políticas de agricultura de América Latina y el Caribe

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ha subrayado la importancia de reconocer y valorar las fortalezas productivas de América Latina y el Caribe. Esta institución insiste en la necesidad de llevar a cabo análisis equilibrados para poder apoyar de forma efectiva en el diseño de políticas en la región.

El IICA ha presentado recientemente un valioso documento titulado ‘Acerca de los sistemas alimentarios fallidos y otras narrativas’ En este texto, se proclama la necesidad de reconocer las fortalezas productivas de un sector que ha incrementado de forma impresionante su capacidad de proporcionar alimentos a la humanidad. Todo esto, además, manteniendo unos precios cada vez más asequibles y en armonía con el medio ambiente.

Desde la década de 1960, cuando generalizadas hambrunas recorrían el mundo, la situación ha mejorado significativamente. Según Manuel Otero, Director General del IICA, la oferta de calorías y proteínas per cápita a nivel mundial ha aumentado entre un 30 % y un 34 %. En América, la mejora es incluso más notória.

La evolución de los sistemas alimentarios mundiales, sobre todo en las últimas décadas, ha sido espectacular. Y América Latina y el Caribe no se quedan atrás. Datos oficiales revelan que esta región ha superado el crecimiento global en las últimas cinco a seis décadas y ha aumentado su participación en la producción agropecuaria y alimentaria total mundial, pasando del 10 % en los años sesenta a alrededor del 13 % en la actualidad.

A pesar de todas estas cifras esperanzadoras, el IICA admite que siguen existiendo niveles alarmantes de hambre. Sumado a esto, se encuentran problemas como las dificultades de acceso a dietas saludables, el aumento de la obesidad, el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y las duras condiciones de vida de muchas personas que trabajan en distintas etapas de la producción y la industrialización.

Zulfikar Mustapha, ministro de Agricultura de Guyana, subrayó la necesidad de pensar en la agricultura del futuro y de adaptarse a las nuevas tendencias. Aseguró que de seguir haciendo siempre lo mismo, aumentará la inseguridad alimentaria.

En cuanto a los sistemas alimentarios, el documento propone un análisis basado en datos que muestra que, aunque los sistemas alimentarios necesitan ajustes, los aspectos positivos deben fortalecerse y no interrumpirse. Este mensaje es especialmente crítico en el caso de América, un continente crucial para la seguridad alimentaria mundial. En definitiva, se trata de reconocer las fortalezas productivas y adaptarse a las dificultades para crear políticas adecuadas que fomenten la alimentación equitativa y sostenible en América Latina y el Caribe.