La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña Garca, presentó un informe sobre los costes de producción, la viabilidad y el impacto económico en las zonas rurales donde se cultiva la ciruela y la cereza, productos de los que Extremadura es la primera productora nacional, con más de 5.200 empleos directos y 60 millones de euros de ingresos.
Un equipo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, dirigido por Pedro Rivero, Julián Ramajo y Francisco Javier Miranda, ha realizado el estudio sobre los sectores de la ciruela y la cereza en la región, aportando una radiografía precisa del estado actual de estas explotaciones, así como su contextualización en el ámbito nacional, de la Unión Europea y mundial.
Extremadura es la mayor productora de ciruelas del país, con una producción total de 77.600 toneladas, un valor de 62.647.260 euros y 1.345 explotaciones. Además, es la primera región en cuanto a superficie plantada, con 6.764 hectáreas, el 47% del total nacional.
Su producción se concentra mayoritariamente en la provincia de Badajoz, con un estilo de cultivo muy organizado, caracterizado por explotaciones bien definidas y una tendencia al aumento de la concentración de la superficie y al incremento del tamaño medio.
Por otro lado, Extremadura es la segunda productora de cerezas de la región, con casi 22.000 toneladas y un valor de 59.333.126 euros de producción. Extremadura cuenta con 7.522 hectáreas, el 26,9% del total del país, y alberga 3.384 explotaciones.
El análisis de costes de la producción de cereza en Extremadura está fuertemente condicionado por el carácter etnográfico del cultivo y su integración en un entorno físico bastante definido, con características conformadas por una orografía accidentada y un minifundio.
Asimismo, se ha orientado hacia un perfil de explotación intermedio entre el tradicional y ciertas explotaciones contemporáneas, con el fin de recoger un formato productivo propio de la realidad actual en la comarca del noroeste de la provincia de Cáceres.
IMPACTO EN LAS SITUACIONES SOCIOECONÓMICAS
El estudio examinó el efecto socioeconómico de la producción de cerezas y ciruelas en la economía de la zona, así como la contribución de la industria a la creación de empleo.
Estos cultivos son muy importantes en términos de empleo, ya que la industria de la cereza supone 3.200 empleos directos en la provincia de Cáceres y la producción de ciruela supone 2.000 empleos directos en la provincia de Badajoz.
Asimismo, el valor económico aportado por ambas producciones, cercano a los 60 millones de euros, es fundamental para el mantenimiento de las posibilidades de trabajo en las regiones de referencia.
Además, el análisis señala que conocer el coste real de la producción de cereza y ciruela ayudaría a afinar la fijación de precios, según publica este viernes la Junta de Extremadura en una nota de prensa.
Las conclusiones de esta investigación sirven de base para futuros trabajos encaminados a aprovechar el inmenso potencial de ambos cultivos, haciendo especial hincapié en su contribución a la modernización de las explotaciones, la fijación de población en las regiones rurales y la inclusión de los jóvenes agricultores.
El documento destaca que Extremadura es la región española que lidera claramente la producción nacional de estos frutales, que cada vez están más globalizados, hasta el punto de que los precios de mercado están muy influenciados por la competencia de países productores con requisitos legislativos muy diferentes.
Por ello, la situación de ambas producciones extremeñas en el mercado final está influenciada por las circunstancias de la oferta de las naciones rivales en cuanto a climatología, condiciones laborales, normas higiénicas y sanitarias, etc.
El consejero de Agricultura ha indicado que la próxima investigación se centrará en los gastos industriales de la producción de tabaco y tomate.